Cada nueva irrupción tecnológica trae promesas e inquietudes, y la de la inteligencia artificial (IA) no es una excepción. Con el reciente boom de la IA, todas las predicciones se centran en el tremendo cambio que traerá en el ámbito de la productividad y el empleo. El último ha sido el Fondo Monetario Internacional, que afirma que la IA cambiará profundamente la economía mundial a través de un estudio firmado junto a investigadores de la Universidad de Stanford.

Un 40% de los empleos globales están expuestos al impacto de la IA, cifra que llega al 60% en los países desarrollados, por la prevalencia de trabajos orientados a las tareas cognitivas. Otras consultoras y fondos de inversión también han pronosticado en el último año el inmenso impacto que tendrán estas tecnologías en trabajadores e industrias de todo el planeta. Los informes matizan que este impacto no siempre es negativo y que en cierta medida podría implicar beneficios para un sector de la economía.

Los dueños de las tecnologías o quienes tienen acciones en industrias de la IA verán incrementado su canal de ingresos. Según el FMI, esto podría exacerbar las desigualdades existentes, por lo que llama a reforzar la seguridad social en todas las economías para proteger a los trabajadores más vulnerables.

La IA y el empleo: una nueva revolución industrial

¿Podemos hablar de una nueva revolución industrial? Sí, dicen todos los autores del estudio del FMI ante la pregunta de Newtral: el alcance del 40% de la IA en el empleo mundial lo hace comparable a una nueva revolución industrial. Pero en esta, desaparece la idea de que la tecnología golpea principalmente a empleos poco cualificados.

• Lo importante: La IA generativa puede procesar grandes cantidades de datos, reconocer patrones y tomar decisiones, por lo que su capacidad se extiende a las funciones cognitivas y ya no sólo a tareas rutinarias, como en las revoluciones tecnológicas anteriores.

En los mercados emergentes y en los países de renta baja, el estudio estima que la exposición a la IA será del 40% y del 26%, respectivamente. “Por ejemplo, la gran proporción de trabajadores en la agricultura, con su dependencia del empleo manual, protege en cierta medida a los países de renta baja de los riesgos de la IA. Estos resultados sugieren que las economías de mercado emergentes y en desarrollo se enfrentan a menos perturbaciones inmediatas derivadas de la IA. Al mismo tiempo, muchos de estos países no tienen la infraestructura o la mano de obra cualificada para aprovechar la IA, lo que aumenta el riesgo de que la tecnología pueda empeorar la desigualdad entre los países con el tiempo”, explican los autores de la investigación del FMI.

El empleo de artistas, escritores, fotógrafos e ilustradores ante la IA: el canario en la mina

El estudio del FMI parte de que la IA representa un espectro amplio de tecnologías designadas para habilitar a máquinas que perciban, interpreten, y actúen para emular las habilidades cognitivas humanas. Los sistemas de IA que trabajan automatizando tareas están presentes hace más de una década en el entorno laboral. Pero además, dentro de este conjunto de la IA, la llamada IA generativa incluye modelos de lenguaje enormes y sofisticados que pueden crear contenido nuevo, desde texto a imágenes, a través del aprendizaje de enormes cantidades de información. Esto sugiere que su impacto se puede expandir para redefinir funciones y modificar la división del trabajo.

Tras la salida al público de ChatGPT por OpenAI y la posterior explosión de herramientas de IA generativa, los artistas e ilustradores han sido los primeros en ver afectado su empleo y en iniciar una serie de demandas judiciales contra empresas que han utilizado enormes cantidades de material con derechos de autor sin permiso. Newtral ha encontrado creaciones de al menos 55 fotógrafos españoles y latinoamericanos en el conjunto de datos de entrenamiento usado para entrenar a IA generativas de imágenes como Stable Diffusion o Midjourney, sin su permiso para ello. Escritores e ilustradores ven cómo los encargos menguan y sus tarifas se reducen, y dicen que la IA ya está reemplazándolos.

A Karla Ortiz, una de las ilustradoras litigantes contra Stability AI, DeviantArt y Midjourney por su uso de Stable Diffusion, no le convence la idea de automatizar la creatividad. “La IA en las ciencias, o en la medicina, tiene mucho sentido, puede ayudar a desarrollar nuevos medicamentos, puede ofrecer otras perspectivas. Pero el espíritu creativo de los humanos no necesita que lo arreglen”, dice en conversación con Newtral.

Impacto dual de la IA en el 40% del empleo global: ganadores y perdedores

Aunque los empleos creativos parecen los más afectados, no serán los únicos. Un estudio del banco de inversión Goldman Sachs ha calculado que los sistemas de IA generativa podrían exponer a la automatización al equivalente a 300 millones de puestos de trabajo a jornada completa en Estados Unidos y Europa en un período de 10 años. El informe estima que actualmente dos terceras partes de los empleos están expuestos a algún grado de automatización de la IA, mientras que la IA generativa podría sustituir hasta una cuarta parte de los trabajos actuales.

En las estimaciones del FMI, un 40% del empleo global está expuesto a la IA, aunque en los países desarrollados el porcentaje llega a ser de 60%, por la mayor cantidad de puestos relacionados con tareas mentales, y en los de rentas bajas el porcentaje sólo es de un 26% de los empleos. ¿Cómo será este impacto? Según el FMI, la mitad de estos trabajos puede beneficiarse de una mayor productividad, pero la otra mitad verá cómo la IA ejecuta tareas que actualmente realizan humanos, lo que podría llevar a una disminución en la demanda de trabajadores, salarios más bajos y reducción del empleo. En los casos más extremos, desaparición de estos trabajos.

También una investigación publicada por el Banco Central Europeo en relación a 16 países europeos encuentra que la rápida adopción de la IA podría reducir los salarios, aunque hasta ahora está creando puestos de trabajo especialmente para los más jóvenes y los trabajadores altamente cualificados.

Mujeres, hispanos y negros tienen más riesgo de reemplazo del empleo por una IA, según un estudio de McKinsey de julio de 2023. Las mujeres se llevan la peor parte: tienen 1,5 veces más probabilidades de necesitar cambiar de ocupación que los hombres. Esto es así porque suelen ser mayoría en los puestos de asistente de oficina y atención al cliente, para los que el informe prevé una reducción en unos 3,7 millones y 2,0 millones de empleos, respectivamente, de aquí a 2030. Las mujeres se encuentran infrarrepresentadas en los puestos de mayor crecimiento y remuneraciones más altas, por lo que el informe recomienda quitarles barreras para el empleo y promover guarderías y cuidado de niños.

Qué profesiones ganan y cuáles pierden

Un estudio de McKinsey de julio de 2023 ha señalado que para 2030, un 30% de las horas trabajadas en Estados Unidos podrían ser automatizadas, con un mayor impacto negativo en categorías de trabajadores como asistentes de oficinas, atención al cliente y restauración. Los autores creen que la IA generativa podría beneficiar sin embargo al empleo de profesionales STEM (relacionados con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas), los creativos y los juristas, en lugar de eliminar sus puestos de trabajo.

Estos últimos habían sido mencionados en el informe de Goldman Sachs como uno de los grupos de trabajadores especialmente en riesgo por la IA, junto con el personal administrativo en los Estados Unidos. También un estudio anterior de la Universidad de Princeton, la Universidad de Pennsylvania, y la Universidad de Nueva York, encontraba que los servicios jurídicos (junto con los servicios de valores, materias primas e inversiones) son la industria más afectada en el empleo por tecnologías de IA como la de ChatGPT. En cuanto a ocupaciones,  teleoperadores, y profesores de lenguaje y literatura inglesa, idiomas extranjeros, literatura e historia son los más afectados, según el mismo estudio.

Aunque los avances tecnológicos finalmente terminan impulsando el crecimiento económico y de empleo, McKinsey en su informe reconoce que no pueden descartar definitivamente la pérdida de puestos de trabajo, al menos a corto plazo.

Seguridad social, preparación y regulación global como claves

“La IA no reemplazará a las personas, pero las personas que usan IA reemplazarán a las personas que no la usen”, ha dicho IBM en un informe basado en una encuesta a 3.000 ejecutivos en 28 países y datos de 21.000 trabajadores en 22 países. Este estudio concluye que el 40% de la fuerza de trabajo deberá reciclarse en los próximos 3 años debido a la implantación de la IA. Ese 40% supone 1.400 de millones de los 3.400 millones de personas que componen la población activa mundial, según las estadísticas del Banco Mundial.

En esta nueva revolución tecnológica, las economías avanzadas y los trabajadores cualificados tienen un mayor riesgo pero también están mejor preparados para aprovechar las ventajas de la IA, según el estudio del FMI.

Preguntamos a los autores qué hará la diferencia hacia un resultado u otro. “En primer lugar, la plena integración de la IA en la economía global llevará su tiempo, lo que da a los responsables políticos la oportunidad de garantizar que beneficie a todos”, dicen y recomiendan establecer redes de seguridad social integrales, ofrecer programas de reciclaje a los trabajadores vulnerables y crear las habilidades necesarias para aprovechar la IA. Esta preparación para la IA varía de un país a otro y las economías avanzadas suelen estar más capacitadas que las emergentes y en desarrollo, y ese es el segundo punto que plantean los autores.

La regulación es el último: “es importante tener en cuenta que el diseño de una regulación adecuada de la IA no es una cuestión local sino un problema global, que requiere una acción global coordinada. Hay múltiples aspectos de la IA que necesitan una supervisión cuidadosa, como la protección de los consumidores, el intercambio de conocimientos, las preocupaciones por la estabilidad financiera y económica y las consideraciones éticas”, concluyen.